Con la edad, los esfuerzos repetitivos y otros traumatismos, se produce un deterioro del disco, caracterizado por deshidratación del núcleo, aparición de fisuras en su cubierta o anillo, y disminución de su altura y resistencia. Esta degeneración discal puede causar dolor de espalda, pero otras veces es indolora. Conforme la cubierta del disco –el anillo fibroso –va deteriorándose es más fácil que el material del núcleo pulposo pueda emigrar a través de una fisura en este anillo, lo que lleva a la aparición de una protrusión o hernia discal.
Tanto la degeneración discal como la hernia discal puede darse sin ocasionar dolor. Solo en determinadas ocasiones irrita los nervios lumbares y ocasiona lumbalgia y ciatica.
Ciática y Braquialgia
La hernia discal a veces ocasiona irritación de la raíz nerviosa que sale del canal vertebral hacia el brazo o la pierna, produciendo un dolor característico conocido como lumbociática o cervicobraquialgia. La crisis de dolor ciático mejora con el tiempo y el tratamiento apropiado, y cede tras varios días o semanas. Al igual que la degeneración discal, la hernia discal también puede ser indolora, ya que no siempre produce irritación de estructuras nerviosas.
Discopatía.
La degeneración discal que es un proceso normal y frecuente en la columna vertebral, en ocasiones se asocia a fenómenos inflamatorios y mecánicos que causan dolor. Cuando esto ocurre hablamos de 'Enfermedad Discal Degenerativa'. Observamos la pérdida de altura del disco y otros cambios visibles en la RMN, así como diferentes grados de protrusión discal y fisuras del disco.