Los esfuerzos repetidos, los traumatismos, la debilidad muscular secundaria a la falta de ejercicio... llevan a desequilibrios entre las diferentes 'piezas' que forman y mueven la columna vertebral. Cuando el conjunto de articulaciones, músculos y ligamentos pierden su armonía, se producen sobrecargas en músculos y articulaciones y comienzan los problemas.

Es como cuando un coche no tiene sus ejes alineados o sus ruedas equilibradas correctamente. Se producen vibraciones y sobrecargas que desgastan los neumáticos de forma inadecuada y desencadenan averías.

Mediante el ejercicio podemos recuperar una función musculoesquelética correcta. Lo denominamos tratamiento funcional, pues su objetivo es recuperar el normal funcionamiento musculoesquelético o lo que es lo mismo, una movilidad normal y un desarrollo muscular equilibrado que evite estas sobrecargas que ocasionan contracturas y conducen al deterioro de discos, articulaciones y ligamentos.

Los pilares de este tratamiento funcional son tres:

• Ejercicio aeróbico. Para mejorar la resistencia muscular a la fatiga.
• Ejercicios específicos. Con el fin de mejorar la movilidad y tono muscular, luchar contra las contracturas, focos de tensión y bloqueos articulares. Recomendamos la realización de las siguientes tablas de ejercicios:

Ejercicios cervicales. 

Ejercicios dorsales. 

Ejercicios lumbares.

• Medidas de higiene postural y ergonomía. Cuidar la postura correcta durante el reposo y el ejercicio evitando así sobreesfuerzos que pueden dañar nuestras articulaciones.

Debe saber que el autocuidado de su espalda mediante ejercicio aeróbico, ejercicios de tonificación muscular y estiramientos es el tratamiento más efectivo y adecuado para la mayoría de los problemas de la columna vertebral, y así lo corroboran multitud de estudios.

Usted puede aplicar algunas de las técnicas comunes en fisioerapia en su propio domicilio, como la aplicación de frío o calor local. En la espalda el calor local es muy útil para aliviar contracturas musculares y fácil de aplicar mediante una bolsa de agua caliente, una toalla calentada con una plancha, o una manta eléctrica. Evite los excesos, ya que pueden producir irritación e incluso quemaduras tanto por exceso de temperatura como por permanecer mucho tiempo expuesto al calor. La aplicación de frío local se reserva para el tratamiento de focos inflamatorios y lesiones traumáticas, sobre todo en las extremidades. En la espalda tiene menos aplicación y como norma se recomienda evitar la exposición prolongada al frío.

Sin embargo, en determinadas situaciones puede ser necesario buscar el apoyo y tratamiento de  un fisioterapeuta con el fin de tratar contracturas musculares, un foco inflamatorio, una rigidez articular, o facilitar el aprendizaje de ejercicios individualizados o la reeducación postural.

Las técnicas de tratamiento mediante fisioterapia son numerosas, y los resultados variables. Por tanto, el tratamiento fisioterapico se ajustará a cada caso concreto, en función de las observaciones realizadas por su médico, su rehabilitador y su fisioerapeuta.

Son de uso común:

• Masoterapia. Masaje superficial y profundo.
• Termoterapia. Aplicación de calor mediante diversas técnicas, como lámparas de infrarrojos, onda corta...
• Magnetoterapia. Aplicación de campos magnéticos, que pueden promover reacciones saludables en los tejidos.
• Cinesiterapia. Realización de ejercicios de movilización pasiva y activa, y ejercicios de tonificación muscular y estiramientos.
• Tracciones vertebrales
• Manipulaciones vertebrales
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